Valoración de bienes por separación matrimonial
Preparando una separación matrimonial, un matrimonio solicita a CIMA una valoración de activos y una posible solución para reordenar el accionariado a las seis empresas que tienen participación conjunta y a dos de ellas que son unipersonales pero que aceptan ser medias partes a efectos del reparto.
Se trata pues de dar un valor contable a cada empresa, adjudicando a cada uno de los cónyuges el valor de las participaciones y proponer una solución en el reparto de los cargos que tienen en las compañías.
La valoración se hace solamente a valor contable, obviando las características de cada negocio, pero teniendo en cuenta el interés que por cada una de ellas tenga cada cónyuge.
Valoradas las empresas, se calcula el valor total, se divide en dos partes y se procede al reparto.
Solicitando una de las partes que sólo desea ser propietaria total de dos de las empresas, se conviene que el otro cónyuge compre el resto de las participaciones, renunciando ambas partes a todos los cargos en los consejos de administración y gerenciales dando valor cero a estas renuncias.
Se calculan los costes fiscales y administrativos de las transmisiones y se decide ir a mitades.
Al final, una de las partes se queda con el 63% de los negocios y compensa a la otra con la compra de activos equilibrando con este pago el 37% de lo que se queda, decidiendo ambos cónyuges no compensar los gastos fiscales y sí los de gestión y administrativos.
El informe final con la solución tomada será la que se presentará al juzgado para que se adjunte al acta de divorcio.
